Sanadora En Movimiento, Creadora Por Naturaleza; Corazón Holístico, Espíritu Emprendedor; Mujer De Muchos Mundos: Romina Goshtasbi
- Carlos L.Samaniego
- 29 ago
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Es una mujer moldeada por mundos — fluida en cuatro idiomas, y también fluida en el silencio, la intuición y las verdades no dichas entre culturas. Con más de siete años de estudios universitarios, es tan erudita del intelecto como lo es de la vida misma. Su primer emprendimiento nació a los 17 años, no por necesidad, sino por un llamado irreprimible a crear, liderar y aprender haciendo. Cada proyecto desde entonces ha sido una clase maestra — no impartida en salones cubiertos de hiedra, sino en las aulas crudas e impredecibles de la vida real.
Ha vivido, estudiado y trabajado en seis paisajes diversos: Irán, Dubái, España, Alemania, Suiza y Gran Bretaña. Cada lugar se ha grabado en su historia, ampliando su comprensión de la humanidad, la resiliencia y la silenciosa belleza de la diferencia. Estos caminos globales no solo han moldeado su profesión — han profundizado su alma.
Y sin embargo, más allá de los títulos, los plazos y los logros, late el corazón de una sanadora. Su verdadera pasión está en el vivir holístico — el arte de alinear cuerpo, mente y espíritu. Cree que el bienestar no es un lujo, sino un derecho de nacimiento; que sanar es tanto ciencia como ritual sagrado. La danza la mueve. El arte habla su idioma. Busca, crea y honra la belleza — no como adorno, sino como esencia.
Una pensadora. Una hacedora. Una buscadora. Camina la línea delicada entre la estructura y la espontaneidad, la lógica y la intuición, la ambición y la entrega. Siempre aprendiendo, siempre evolucionando. No simplemente construyendo una carrera — sino forjando una vida con profundidad, propósito y gracia.
Romina Goshtasbi es puro coraje, entusiasmo y amor: la historia de Booseh y su legado
Hay personas que irradian una energía tan fuerte y tan auténtica, que apenas las conoces sabes que han venido al mundo a dejar huella. Ella es una de esas personas: puro coraje, puro entusiasmo, puro amor. Empodera, contagia, transforma. Su vibra es tan preciosa y tan genuina, que inspira a quienes la rodean a ser mejores, a soñar más alto y a actuar con el corazón por delante.
Su historia es la historia de una mujer visionaria, luchadora, creativa hasta la médula. Una emprendedora nata que decidió abrir caminos donde otros veían muros. Su primera empresa se llamó Booseh Talent Agency And School, un espacio pionero que reunía a talentos emergentes y profesionales consolidados de diversos sectores creativos. Allí no solo se gestionaban carreras, también se formaban artistas. La escuela fue un centro vibrante de arte, moda, expresión y empoderamiento.
Un equipo de talentos y un espacio transformador
Romina Goshtasbi reunió a un equipo de 13 profesionales autonomos: fotógrafos, estilistas, diseñadores, coreógrafos, coaches de pasarela y especialistas en imagen, maestros de ceremonia, actores de cine, etc. Juntos montaron desfiles de moda, eventos artísticos y actividades de formación que marcaron un antes y un después en la escena local. El espacio que creó contaba con un estudio de fotografía profesional, una pasarela para entrenamientos y desfiles, y zonas adaptadas para ejercicios posturales y expresivos que eran parte del currículo de su escuela.
Su visión era integral: formar no solo modelos, sino personas con autoestima, con carácter, con una voz propia en el mundo. Por eso, cada desfile era una celebración de diversidad, fuerza y creatividad.
Cuando llegó la tormenta
Pero como en toda historia verdadera, también hubo sombras. La crisis económica global que estalló entre 2009 y 2011 impactó de forma brutal a miles de emprendedores, y Booseh Talent Agency & School Artis Agency no fue la excepción. En esos años difíciles, su salud también se vio afectada gravemente, llevándola a experimentar un episodio de muerte y tener que tomar una de las decisiones más duras de su vida.
Con el alma rota, pero con la frente en alto, decidió cerrar su empresa. No vendió el mobiliario ni los equipos. No buscó obtener ganancias. En un acto profundamente generoso y simbólico, regaló todos los muebles y recursos del estudio: cámaras, luces, espejos, vestidores, sillas, incluso las estructuras para desfiles, muebles de actividades posturales y todo lo demás a sus colaboradores.Era un día de llorar mucho, pero era su manera de soltar con amor, de confiar en que lo que había sembrado seguiría dando frutos, aunque ya no estuviera allí para verlo crecer directamente. Empezo su camino de sanación.
Más allá del cierre, un legado que sigue vivo
Lo que muchos no sabían es que, aunque Romina cerró físicamente su negocio, su esencia nunca se apagó. Cada persona que pasó por su espacio se llevó algo: una herramienta, una experiencia transformadora, una nueva forma de verse a sí mismo. Su legado está vivo en los profesionales que formó, en las sonrisas que inspiró, en las vidas que tocó.
Hoy, Booseh sigue siendo ese faro de coraje, entusiasmo y amor. Una mujer que no se deja definir por los golpes de la vida, sino por cómo se levanta después de cada caída. Una líder que cree en el poder de la energía positiva, del trabajo en equipo, de la belleza que nace del alma.
Un nuevo comienzo
Aunque ese capítulo quedó atrás, la historia de Romina Goshtasbi y sus nuevos comienzos, sorprende. Cada día sigue creando, inspirando, soñando. Sabe que la verdadera riqueza no está en lo material, sino en lo que uno aporta al mundo. Y ella ha aportado mucho: arte, pasión, valores y, sobre todo, un ejemplo inmenso de resiliencia.
