“Cuando la mente no para, el cuerpo se desconecta, el deseo se apaga y la pareja se enfría.”
- Romina.F Goshtasbi

- 16 oct
- 2 Min. de lectura
Desconectado de ti, desconectado de ella: Una mirada tántrica y somática a los desafíos modernos del hombre de hoy.

Hoy quiero hablarte de una situación que escucho con frecuencia en mi practica y que recientemente me compartió una mujer con total honestidad y amor por su compañero:
“Mi esposo está buscando formas de frenar su mente, que nunca descansa. Quiere conectarse más consigo mismo, estar más presente conmigo y con nuestra hija, sanar algunos traumas de su adolescencia y recuperar su energía… El trabajo lo consume. También queremos mejorar nuestra vida sexual como pareja.”
Qué poderosa intención.
Y qué importante reconocer cuando el cansancio emocional, la hiperactividad mental y el estrés crónico empiezan a afectar no solo la salud personal, sino también la conexión íntima con la pareja y los hijos.
¿Qué sucede en estos casos?
Cuando la mente está en modo supervivencia, el cuerpo entra en modo desconexión.
Esto impacta directamente en:
El deseo sexual y la vitalidad.
La paciencia y la capacidad de presencia con la pareja o los hijos.
El acceso a emociones profundas (ternura, placer, confianza).
La sensación de propósito, gozo y bienestar.
Muchos hombres viven atrapados en una constante exigencia: “rendir, sostener, lograr, cumplir”… Pero no saben cómo soltar, descansar, sentir y simplemente ser.
¿Cómo puede ayudar el Tantra terapéutico y el enfoque somático?
Una sesión de Tantra no es una técnica sexual, es un camino de vuelta al cuerpo, al presente y a la intimidad auténtica con uno mismo y con la pareja.
El Tantra combinado con herramientas somáticas (como la respiración consciente, el toque terapéutico, la liberación emocional, el re-equilibrio del sistema nervioso y el trabajo con energía sexual) ayuda a:
Calmar la mente sin pelear con ella.
Reconectar con el cuerpo como fuente de placer y seguridad.
Recuperar energía vital (no solo sexual, sino también creativa y emocional).
Sanar memorias del pasado alojadas en el cuerpo (como traumas adolescentes).
Mejorar la calidad de la intimidad desde un lugar más auténtico y profundo.
Fortalecer la presencia amorosa en la vida cotidiana (pareja, familia, trabajo).
Para él, para ella, para ambos.
Este tipo de procesos no requieren experiencia previa, sólo apertura y una intención genuina de transformación.
Cada sesión se adapta completamente al ritmo de la persona. Se trabaja con respeto, escucha, acompañamiento y técnicas seguras y sostenidas, sin invadir los límites personales. No se trata de “hacer más”, sino de “sentir más”.
Muchas parejas comienzan por uno de los dos, y luego se suman juntos, generando una nueva forma de encontrarse desde el cuerpo, la energía y el alma.
Un mensaje final
A ti, que estás leyendo esto quizás buscando apoyo para tu compañero: gracias.
Tu mirada amorosa, tu deseo de sanar juntos, tu búsqueda consciente… ya es parte de la medicina.
Y a él, aunque aún no haya llegado a la sesión, le digo:
“No estás solo. Hay formas de volver a habitarte sin exigencia, sin juicio. Con calma, con cuerpo, con alma.”
¿Estás viviendo algo parecido o te gustaría saber más?
Escribime y te cuento cómo podría acompañarte desde la terapia de Tantra, el trabajo somático y el enfoque holístico.
Con amor y presencia,
Romina Goshtasbi
Facilitadora de Tantra & terapeuta holística


